Dice que su nombre da para bromas, que, durante una temporada de su vida, lo odió (ahí estamos un poquito en tablas, porque a mí me pasó lo mismo y hubo un tiempo en el que quise cambiarlo incluso) ahora, también le encanta y le viene al pelo porque es una loca de los dulces. Una viajera incansable que se consideraba más manazas que mañosa, aunque tiene unas manos increíbles y que, allá por 2013, descubrió el scrapbooking: la versión digievolucionada de sus carpetas tuneadas con fotos de la Super Pop tenía un nombre, scrapbooking. Además de ser una amante de los viajes, ha participado en equipos de diseño como el de Scrap to Dream, Mundo scrap, Locas por el Scrap y, actualmente, forma parte del de Cocoloko. Ella es Dulce.
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